ÂÂHablemos entre hombres! se llam la charla que el doctor Fernando Hidalgo, jefe de UrologÂa del Hospital del Salvador, dio a una treintena de varones del Centro de Salud Familiar Vitacura, ante quienes fundament la conveniencia de hacerse exÂmenes preventivos de esta enfermedad.
Fue una reuniÂn sÂlo para hombres. Una treintena de ellos, reunidos en la casa de Vitavecino, en la calle San FÂlix, en Vitacura, acept la invitaciÂn a participar en la charla ÂÂHablemos entre hombres! que dio el doctor Fernando Hidalgo, jefe de UrologÂa del Hospital del Salvador, y que organiz el Centro de Salud Familiar de Vitacura.
La cita no fue un ÂClub de Toby por capricho: la idea era que los asistentes tuvieran total confianza para escuchar la exposiciÂn del doctor Hidalgo acerca de cÂncer de prÂstata y luego tuvieran la tranquilidad de preguntar todas sus dudas e inquietudes sin inhibiciones.
Y as fue. ÂYo primero hice una exposiciÂn anatÂmica en la que expliqu dÂnde estaba la prÂstata, para qu servÂa y cuÂles eran las enfermedades que podÂa tener. Y de ah surgieron las preguntas, que tenÂan mucho que ver con que a Âl, al hermano o al amigo le habÂa ocurrido determinada cosa despuÂs de una operaciÂnÂ, comenta el especialista.
Lo que mÂs llam su atenciÂn, fue la Âabsoluta desinformaciÂn respecto de que el cÂncer de prÂstata es curable si se detecta precozmente, es decir, durante la etapa en que no da sÂntomas. ÂEl cÂncer de prÂstata es curable en el 80% a 90% de los casos si se detecta precozmente, eso significa antes de que tenga sÂntomas. Porque los sÂntomas aparecen cuando el cÂncer est sembrado en otras partes, como los huesosÂ, advierte el doctor Hidalgo.
Que sea curable en ese porcentaje de los casos significa que ese nÂmero de pacientes no tienen recurrencia de esta enfermedad, o sea, Âsta no vuelve a aparecer en sus vidas.
De ah que sea tan importante que pasados los 50 aÂos todos hombres se hagan los exÂmenes preventivos de rigor: tacto rectal y la mediciÂn del antÂgeno prostÂtico. Una consulta que se debe adelantar a los 45 aÂos cuando se trata de personas en cuyas familias hay antecedentes de cÂncer de prÂstata.
Repercusiones
Las inquietudes planteadas por los asistentes a la charla fueron de diversa Ândole, explica el doctor Hidalgo. Por una parte, la negativa a hacerse el tacto rectal por razones culturales: la idea de que este examen clÂnico atenta contra su masculinidad.
TambiÂn el error de creer que con un antÂgeno prostÂtico normal no es necesario hacer el tacto rectal. ÂPuede haber un cÂncer de la prÂstata aunque se aprecie un tacto rectal normal o con antÂgeno normal. La normalidad de uno de estos exÂmenes no excluye la posibilidad de que tenga cÂncer. Y es por eso que me acerco mÂs a la sospecha si le hago los dos. Si los dos salen normales, mi sospecha de que no hay cÂncer es mucho mÂs fundada si sÂlo tengo unoÂ, explica el especialista.
ÂHabÂa desconocimiento de la funciÂn de la prÂstata y de su participaciÂn en la capacidad de fecundar. TambiÂn la idea de que el examen de antÂgeno prostÂtico no era Âtil o planteamientos equivocados acerca de las alternativas terapÂuticas existentesÂ, afirma el jefe de UrologÂa del Hospital del Salvador.
Otra inquietud que apareci en la conversaciÂn en Vitacura fue la repercusiÂn de una cirugÂa a la prÂstata en la actividad sexual. En este tema, comenta el doctor, habÂa desconocimiento respecto de la diferencia entre una cirugÂa por adenoma benigno y aquella que se hace por cÂncer a la prÂstata. ÂSi es por adenoma no pasa nada en tÂrminos de capacidad sexual, aunque s puede llegar a tener problemas en la capacidad de fecundar. En la cirugÂa de cÂncer de prÂstata hay un porcentaje significativo que puede llegar a tener problemas con la erecciÂn, desde parcial a totalÂ, algo en lo que influye, por ejemplo, la menor o mayor edad del paciente.
Sin embargo, actualmente hay medicamentos as como inyecciones intracavernosas y prÂtesis, como alternativas postcirugÂa para tratar la disfunciÂn erÂctil.
Respecto de la posibilidad de quedar con incontinencia urinaria despuÂs de la operaciÂn, el doctor Hidalgo es claro: cuando la cirugÂa es por adenoma no deberÂa ocurrir este problema, salvo si la tÂcnica quirÂrgica utilizada no fue buena. En el caso del cÂncer, Âes un riesgo posible, pero de baja incidencia con una buena tÂcnicaÂ, advierte.
TambiÂn el doctor comprob ideas equivocadas acerca del tipo de exÂmenes que ayudan a detectar un cÂncer de prÂstata: ÂEstaban convencidos de que con un escÂner o resonancia nuclear era posible determinar la existencia de este tipo de cÂncer. Pero esos exÂmenes no van por esa lÂneaÂ, explica el mÂdico.
TÂcnicas terapÂuticas
Cuando aparecen los sÂntomas de cÂncer de prÂstata, significa que este tumor ya est diseminado, generalmente en los huesos. Luego, lo mÂs habitual es que aparezcan dolores Âseos. El sangramiento en la orina es la menos frecuente de las seÂales de cÂncer de prÂstata.
Afortunadamente, han aumentado las detecciones precoces de este tipo de tumor, porque los chilenos han ido tomando conciencia acerca de la importancia de hacerse controles, afirma el doctor Hidalgo.
Las indicaciones terapÂuticas para enfrentar este tipo de tumor maligno pasan por la cirugÂa con diversas tÂcnicas, la radiaciÂn, los tratamientos hormonales y la quimioterapia, las que Âse eligen o se combinan segÂn cada caso, o se hacen secuencialmenteÂ, dice el doctor.
Porque hay cÂnceres mÂs agresivos que otros, lo que se determina con una mediciÂn del grado de malignidad de las cÂlulas y que se determina con una biopsia. Âsta, dice el doctor, tiene sus riesgos y sÂlo se hace cuando hay una sospecha fundada de cÂncer.
ÂSi declaro al paciente no tratable con cirugÂa o radiaciÂn o aquel paciente que fue operado o irradiado y que tiene una recurrencia a futuro tengo la herramienta de la terapia hormonal que es bastante buena y puede detener el proceso durante aÂosÂ, describe.
Sin embargo, recalca el doctor, lo mÂs relevante es que los hombres deben tener claro que el cÂncer de prÂstata es curable cuando no da sÂntomas en un alto porcentaje de casos. No hay dÂnde perderse.