Agosto 28, 2012

GRACIAS AL HOSPITAL LOGRE TENER UNA FAMILIA

Agosto 28, 2012

GRACIAS AL HOSPITAL LOGRE TENER UNA FAMILIA

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Fue contratado en enero de 1967. Si sacamos la cuenta, ya cumpli 45 aos trabajando en el Hospital. Y es que para don Luis Rivera beda, esta es su segunda casa, el lugar donde estn sus amigos y que le ha permitido formar su familia. Cumple en junio el plazo para poder jubilar, pero espera quedarse hasta fin de ao, pero slo hasta ah y como seala Si lo acompaa la salud.

Casado con Eugenia Rubio, tiene 3 hijas, Paula Andrea, Mara Jaqueline y Lorena del Carmen. Nueve nietos, la menor de ellos, Ana de 5 aos y hasta un bisnieto de apenas nueve meses. Nunca pens tener tantos nietos. Al principio uno no se acostumbra y duele la palabra, pero uno despus se acostumbra y ya no le dicen abuelo, me dicen tata. Y los ms picudos me dicen oye Lucho. As que me dicen el Tata Lucho seala con orgullo.

Al preguntarle cmo lleg al hospital seala que no planific nada, que slo quera trabajar Mi expectativa siempre fue slo tener pega, lo nico que quera era trabajar, para ayudar a la casa. El colegio me aburri. Estuve hasta segundo de humanidades (algo as como sptimo de hoy)

Pero su llegada al HDS estuvo marcada por una de sus pasiones, el ftbol. Este colocolino lleg desde la poblacin El Pinar de San Miguel a jugar en un equipo de funcionarios del servicio de salud. Un funcionario del Trax me trajo para jugar en el equipo de ese hospital. Despus alguien dio el dato de que jugaba y pas a jugar en uno de los equipos del Salvador, el del Departamento de Aseo, Patio tambin le llamaban. Aunque el principio no haba contrato, mis compaeros con los que jugaba y otros que eran hinchas, se ponan todos los meses y me hacan un sueldo para que no me fuera a jugar a otro equipo

Luego vino su ingreso como funcionario en enero de 1967. Parti en el Departamento de Aseo, especficamente en el rea de Medicina. Luego pas al

Policlnico de Medicina. Aos despus a la Direccin del Hospital, como auxiliar y despus al Reloj control del departamento de personal, donde estuvo en su momento a cargo de el timbraje de las tarjetas de asistencia de los ms de mil quinientos funcionarios Nosotros nos ponamos en la ventana y cuando vena la gente ya nos sabamos el nmero de las personas, entonces la gente pasaba, marcbamos y listo. O bajaban de la micro, all viene tal persona, que eran de otro lado. Habamos dos personas, uno que marcaba del funcionario uno, al mil y otro del mil uno hasta el ltimo. Uno estaba ah y deca all viene la ochocientos y tanto ya est. Muchas de las personas que nosotros conocamos ah en el reloj, ahora son mdicos y trabajan aqu mismo. Tras la destinacin en el reloj control, pas como auxiliar a recursos humanos, donde ha estado por cerca de veinte aos.

Recuerda con aprecio a varios de los jefes que tuvo en el hospital: Jorge Reveco Davidson, Ricardo Barnsen, Ivn Videla, el Doctor Ivn Arteaga y el Doctor Eugenio Ronconi, vienen a su memoria. Nunca tuve problemas con mis compaeros de trabajo ni con los jefes. A veces ellos pensaron que uno andaba enojado, con la cabeza gacha, pero lo que pasa es que uno anda pensando en otras cosas, en lo que tiene que hacer y a veces no saluda y se encontraba en los pasillos con compaeros que decan oye, sssh, andai enojao. Claro entre hombre usted sabe cmo nos tratamos seala mientras sonre.

El hospital: La hora de los balances

Pronto a cumplir los 65 aos, Luis Rivera hace un balance de su paso por el hospital y cree que el saldo es muy positivo El Hospital ha sido como mi segunda casa. Por que la mayor parte del tiempo estamos aqu. Aqu estn todos los amigos. Aunque ahora hay mucha gente nueva, uno saluda a los mdicos y a los compaeros y a veces uno no les sabe el nombre. Muchos amigos, se me fueron la mayora de los amigos, algunos han fallecido tambin

Agrega que el hospital ha sido su vida y que Gracias al hospital logr tener una familia. Es como sacar pecho trabajar en uno de los hospitales ms grandes de Santiago y yo creo que hasta de Sudamrica. Estoy orgulloso de haber trabajado en el Hospital del Salvador. Es como si yo trabajara en una Clnica, es muy nombrado este hospital. No es como otros que la gente dice se mueren todos ah. Si usted conversa con gente que no es de esta rea, que sea de otro lado, A quin no le gustara llegar ac a ser atendido?

Luis sabe que cada vez son menos los viajes que deber hacer hasta el HDS en Providencia, desde San Bernardo donde vive actualmente con su seora. Sobre lo que viene una vez que jubile, tiene claro que debe mantener la mente activa. A veces pienso en tratar de buscar otro trabajo para despus, pero pienso para qu me voy a estar matando tanto. Hay que buscar otras cosas para hacer, salir, pero no quedarse en la casa. Si me quedo en la casa estoy frito, porque uno se empieza, viene el bajn, uno empieza a pensar en el trabajo. Se hecha a perder la memoria, mejor mantener ocupada la memoria

Despus de estar 10 aos sin jugar ftbol, jug su ltimo partido en diciembre, en el da del hospital. Por que como dice le picaron la gua se atrevi a jugar. Se sinti bien, pero al segundo da, la cosa se puso compleja, le doli hasta el pelo.

Su contacto con el ftbol hoy, se da mayoritariamente a travs de su nieto de 8 aos, que juega por la U en San Bernardo. Aunque sea con la camiseta azul, este colocolino dice que le gusta verlo y que le gustara que aprenda sobre ftbol y bote toda la energa que tiene, a travs del deporte.

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